El escudo natural de la piel es esa película (o film) que recubre la epidermis y está formado por el sudor y el sebo que producen las glándulas sudoríparas y sebáceas.
Este escudo natural se conoce como manto hidrolipídico (o manto ácido) y tiene la función más importante de la piel ya que actúa como barrera evitando la pérdida de agua, electrolitos y otros componentes. Además, bloquea la penetración de algunos agentes externos como bacterias, hongos, toxinas y contaminantes ambientales.
El ph de este manto es ligeramente ácido (alrededor de 5.5), lo que permite que las bacterias beneficiosas prosperen y formen parte del microbioma cutáneo que ayuda a defendernos de agentes patógenos.
Su principal función es, básicamente, mantener lo bueno dentro (como la humedad), y lo malo fuera (como las bacterias y la contaminación).
Cuando el equilibrio de este manto se ve alterado, la piel puede sufrir problemas como sequedad, irritaciones, pérdida de elasticidad, infecciones, brotes y envejecimiento prematuro.
Esto puede suceder por varios motivos, debido a factores externos físicos (como el viento, el clima seco, la contaminación, la radiación solar) o químicos (como el uso de productos cosméticos con un ph inadecuado). Y además debido a factores internos (como la mala alimentación, el estrés, la falta de sueño y malos hábitos (el tabaco, el acohol, el uso de drogas y algunos medicamentos).
La piel también tiene "estados" y puede ir variando. Con el paso de los años produce menos lípidos y esto afecta su ph y la hace mas vulnerable a algunos factores.
El manto ácido, como primera línea de defensa juega un papel crucial. Utilizar cosméticos nobles con nuestra piel, una alimentción saludable, mucha agua y ejercicio son algunos factores determinantes que ayudarán a mantener la integridad de nuestro escudo natural.
Y vos, ¿sabrías identificar el estado de tu piel ahora mismo?